miércoles, 17 de diciembre de 2008


Ya no creo más (no se si creía antes, de todos modos) en las casualidades. Lo cierto es que por una serie de encuentros fortuitos, volví a la lectura y la escucha deleitada de María Elena Walsh. Cuando aprenda a linkear archivos de audio, subo la canción, por ahora comparto esta magnífica letra, con la más fresca y aguda ironía:


¿Diablo estás?

Juguemos en el mundo
mientras el Diablo no está.
¿Diablo estás?

Me estoy poniendo la cartuchera
y la casaca militar
y con mi música de metralla
a todos quiero ver bailar.

Me estoy poniendo los guantes blancos
y el chaquetón ministerial
y ya me voy a firmar decretos
para que todo siga igual.

Me estoy poniendo la capelina
y un delantal de caridad.
Primero invento pobres y enfermos
después regalo el hospital.

Estoy poniéndome los anteojos
y no termino de contar
monedas de oro, billetes nuevos,
cheques que nadie cobrará.

Me estoy vistiendo de funebrero
con una flor en el ojal
para ir a ver la pornografía
que es mi menor debilidad.

Estoy poniéndome la armadura
para el congreso de la paz.
El que primero tire la bomba
junto conmigo reinará.

Juguemos en el mundo
mientras el Diablo no está.
Sus obras y sus pompas
quién no las festejará.
¿Diablo estás?

2 comentarios:

Un cortado... dijo...

El Diablo, la muerte, la hipocresía....nosotros mismos. Tal vez somos parte de un proceso que debe ir sucediendo cada tanto para que las cosas cambien. Está bueno que no perdamos la oportunidad de tener "los ojos abiertos", estos espacios son los que nos muestran que la vida pasa por otro lado.

sofía dijo...

Gracias Germán! Tus palabras son un aliento para seguir escribiendo, las respuestas y contribuciones de los lectores siempre son bienvenidas.
Además, casi off the record, te cuento que sos la primera persona que no conozco personalmente que me deja un comentario, hasta ahora siempre habían sido mis amigos y afectos. Esto demuestra que la magia de la comunicación, en este fantástico medio puede ser bella, democrática y verdadera. Slds!