miércoles, 10 de diciembre de 2008

Un chango y muchos changuitos



El arte para festejar la democracia. Hoy, si la lluvia nos deja, disfrutaremos de la música y la sonrisa contagiosa del maravilloso Chango Spasiuk, junto a la orquesta de niños del Barrio Ludueña en el Monumento. Sin temor a adelantarme, pienso que será una verdadera fiesta.
Estuve leyendo los diarios, me sorprendió Crítica con tan pocas alusiones a la fecha de hoy. Claro, si lo pensamos como una mera fecha, el riesgo de caer en la burda efemérides de almanaque es grande, pero no tenemos porque hacerlo y en semejate jugar común. Recordar el 10 de diciembre no es anclarse en el pasado, sino pararse (de erguirse, no de detenerse) para mirar hacia adelante.
Me parece que tan resonada dicotomía entre lo formal y lo sustancial es simplemente eso, ruido. Estoy convencida de que las formas democráticas que supimos conseguir allá por 1983, desdeñadas por ser lo que deben ser... formalidades, nos abren el camino para construir y reparar la enorme deuda, ésta sí, bien sustancial, que tenemos como sociedad. Así, ninguna niega a la otra, sino que se acompañan y se habilitan mutuamente. No entiendo lo de imponer la democracia real fuera de las formas. Parece lo de obligar a ser libre, que proponía el pintoresco Rousseau.
Volviendo a la invitación de esta noche, y volviendo a las metáforas, es ésta una muy importante. La música, los chicos, los jóvenes, los viejos, en un lugar público, celebrando estos 25 años, animarse, reunirse, disfrutar, compartir, ser parte.
Celebro, aplaudo, sonrío.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Sofi: Te felicito por el comienzo de este espacio de reflexión. Esta muy bueno poder compartir los pensamientos y los sentimientos! Te mando un beso grande!!! Agus.

DG dijo...

Bravo Sofía!

Uno empieza a recorrer caminos inciertos que parecen nunca llevar a ningún lado, pero siempre arriban a buen destino.

Buen comienzo!
Dani