lunes, 5 de julio de 2010

nulle part

Releyendo lo que había escrito, se sintió invadido por cierta incomodidad. Había demasiado cabos sueltos y cosas que no cerraban.
Registró a título de inventario que se había liberado aparentemente de la culpa de su antiperonismo de los años cincuenta, pero no se entendía cómo, ni cuándo ni porqué. Intuía que este borramiento de la culpa tenía que ver quizá con dos cosas: su alejamiento progresivo del marxismo y su relación con "la cultura". El viejo texto sobre la Reforma y el movimiento estudiantil tenía un tono categórico, transmitía certidumbre y destilaba al mismo tiempo la amargura de pertenecer a esa "juventud pequeñoburguesa" que parecía haberse equivocado siempre. (Tenía además la sensación confusa de que, en ese texto, pequeño era más infamante que burguesa.)
El texto de 1988 era mucho más "académico"; a pesar de su tonalidad subjetiva, era la escritura, pensó, de alguien instalado. ¿Pero instalado dónde? ¿En el centro del triángulo París, Nueva York, Buenos Aires? Es decir: nulle part, nowhere.
Le pasó por la cabeza una hipótesis abominable: el marxismo le sirvió para cortar sus raíces católico-pequeñoburguesas. No pudo peronizarse por razones político-culturales (que ya no existían en los años setenta, lo cual explica la camporización de sus amigos "burgueses"). Y cuando el marxismo dejó de tener para él resonancias conceptuales, se quedó, sencillamente, solo. Anclao en París. Como siempre, lo salvó una mujer: la semiología.

Eliseo Verón. Efectos de Agenda (1999)

jueves, 1 de julio de 2010

para un chico del 53

Zamba para no morir

Romperá la tarde mi voz
Hasta el eco de ayer.
Voy quedándome solo al final,
Muerto de sed, harto de andar.
Pero sigo creciendo en el sol,
Vivo.

Era el tiempo viejo la flor,
La madera frutal.
Luego el hacha se puso a golpear,
Verse caer, sólo rodar.
Pero el árbol reverdecerá
Nuevo.

Al quemarse en el cielo la luz del día
Me voy.
Con el cuero asombrado me iré,
Ronco al gritar que volveré
Repartido en el aire a cantar,
Siempre.

Mi razón no pide piedad,
Se dispone a partir.
No me asusta la muerte ritual,
Sólo dormir, verme borrar.
Una historia me recordará
Vivo.

Veo el campo, el fruto, la miel
Y estas ganas de amar.
No me puede el olvido vencer,
Hoy como ayer, siempre llegar.
En el hijo se puede volver
Nuevo.

Hamlet Lima Quintana

La negra le pone su voz maravillosa en http://www.youtube.com/watch?v=RrIKHFhKSfA

jueves, 10 de junio de 2010

qué ochenta

De regreso, Mirta. Ya sabés: tres años a la sombra.
No quiero saber si me fuiste fiel,
yo se que una mujer valiente
se inclina igual para el lado del hacer.
Servime algo, Mirta, parece mentira el verte como antes;
pero para el que vuelve del infierno ya no hay mas fantasias,
solo quiere un tiempo blando,
pero eso, Mirta, nunca lo sabrás.
No es necesario que estes alegre, ni que prendas la luz;
entré despacio y sin que me vea nadie;
la noche se abre como un abrigo, Mirta, y es un sabado mas,
como dice el tango: Mirta, contame como andas.
Hacé de cuenta que estuve navegando, es casi lo mismo
solo cambia el paisaje: abajo el mar, que nunca se ve,
arriba el cielo, el cielorraso, y tu foto en la pared.
La moda ha cambiado un poco, Mirta,
ya no hay ni un pelo largo, todos parecen soldados.
Me siento parado en un cementerio,
me recibio el frio y un nuevo gobierno;
Mirta, no recuerdo ni tu cuerpo.
Y ahora me voy, Mirta, para vos soy un extraño conocido;
si no estoy llorando no es como me la banco,
debajo de la cama asoman sus zapatos
Mirta, gracias por todo...
Salgo a la vereda, parece que ha llovido,
en la estacion retumba la estrella del norte.
¨Veni a verme cuando salgas¨, me dijo El Turco,
comes todos los dias y no hay problemas de laburo,
solo algunas noches, solo algunas noches...
salis a trabajar...
JUAN CARLOS BAGLIETTO

Hace tiempo vi De quién es el portaligas? Una bizarrísima comedia de Fito. Una placentera sobredosis de rosarinidad. Me falta un cuento Fontanarrosa.
Ilus x Florencia Balestra

lunes, 7 de junio de 2010

En este teatro, no se representa más


Ayer ví una obra de teatro que me dejó, como a mi juicio te debe dejar una obra de teatro: dura. Es decir, perpleja, pero con dolor de cuello. Con ese inconfundible manojo de sensaciones encontradas, disfrutando de la ironía mejor empleada.
Se trataba de Comedia sin título, una pieza que Federico García Lorca dejó inconclusa porque lo mataron. En 1936. Generales traidores, dijo el chileno.

La obra se pregunta, entiendo yo, por el lugar del poeta, del intelectual, del creativo, del analista simbólico, digamos. Porque "se viene la revolución", dice el personaje, anoche fantásticamente encarnado en el cuerpo y la voz de Naum Krass. Y entonces, les anuncia a sus personajes, y también al público:"¡en este teatro, no se representa más!" Y nos interpela:"¿por qué hemos de ir siempre al teatro para ver lo que pasa y no lo que nos pasa?"

Un breve fragmento, para disfrutar:

AUTOR: "No voy a abrir el teló—n para alegrar al púœblico con un juego de palabras, ni con un panorama donde se vea una casa en la que nada ocurre y a donde dirige el
teatro sus luces para entretener y haceros creer que la vida es eso. No. El poeta,
con todos sus cinco sentidos en perfecto estado de salud, va a tener, no el gusto,
sino el sentimiento de enseñaros esta noche un pequeño rincón de realidad. Ángeles, sombras, voces, liras de nieve y sueños existen y vuelan entre vosotros, tan reales como la lujuria, las monedas que lleváis en el bolsillo, o el cáncer latente en el hermoso seno de la mujer, o el labio cansado del comerciante. Venís al teatro con el afán único de divertiros y tenéis autores a los que pagáis, y es muy justo, pero hoy el poeta os hace una encerrona porque quiere y aspira a conmover vuestros corazones enseñando las cosas que no queréis ver, gritando las simplísimas verdades que no queréis oir."

Y otro. El Autor, el Espectador y el Dueño del teatro, entre otros personajes, hacen uno de los triángulos más brillantes que vi.

AUTOR (Sarcástico): ¿Dónde está Lady Macbeth?
ACTRIZ: Lady Macbeth no puede hablar cuando un oleaje de balas abate las rosas de
los jardines.
HOMBRE VESTIDO DE NEGRO (Entrando): Tiene usted razón. La pólvora mata a la poesía.
AUTOR: ¡O la salva!
HOMBRE: ¡Mano dura, mano dura! ¡Hagamos una gran rosa de cabezas rebeldes! Adornemos las fachadas, las farolas, los pórticos de la arquitectura milenaria con guirnaldas de las lenguas que quieren destruir lo instituido.
(Entra en escena un LEÑADOR con la cara completamente blanca, un haz de leña al hombro y un farolito en la mano)
LEÑADOR: Parece que los revoltosos se baten en retirada.
HOMBRE (Saliendo): ¡Eso, hay que vencerlos!
AUTOR: ¿Quién es usted?
HOMBRE: Yo, el propietario del teatro. ¡Mano dura! El bien, la verdad y la belleza han de tener en esta época un fusil entre las manos.

jueves, 27 de mayo de 2010

ÍTACA

Cuando salgas en el viaje, hacia Ítaca
desea que el camino sea largo,
pleno de aventuras, pleno de conocimientos.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al irritado Poseidón no temas,
tales cosas en tu ruta nunca hallarás,
si elevado se mantiene tu pensamiento, si una selecta
emoción tu espíritu y tu cuerpo embarga.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
y al feroz Poseidón no encontrarás,
si dentro de tu alma no los llevas,
si tu alma no los yergue delante de ti.
Desea que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas estivales
en que con cuánta dicha, con cuánta alegría
entres a puertos nunca vistos:
detente en mercados fenicios,
y adquiere las bellas mercancías,
ámbares y ébanos, marfiles y corales,
y perfumes voluptuosos de toda clase,
cuanto más abundantes puedas perfumes voluptuosos;
anda a muchas ciudades Egipcias
a aprender y aprender de los sabios.
Siempre en tu pensamiento ten a Ítaca.
Llegar hasta allí es tu destino.
Pero no apures tu viaje en absoluto.
Mejor que muchos años dure:
y viejo ya ancles en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que riquezas te dé Ítaca.
Ítaca te dio el bello viaje.
Sin ella no hubieras salido al camino.
Otras cosas no tiene ya que darte.
Y si pobre la encuentras, Ítaca no te ha engañado.
Sabio así como llegaste a ser, con experiencia tanta,
ya habrás comprendido las Ítacas qué es lo que significan.

Constantino Cavafis
POEMAS CANÓNICOS (1895-1915)

martes, 23 de marzo de 2010

volver a escuchar su voz

Hoy la vida me hizo un regalo, un guiño. Hoy hizo 23 años que mi viejo asumía como director organizador de la Escuela Técnica de Totoras. Corría el año 87 y el gordo tenía 33 años.
Hoy, esa escuela decidió hacerle un homenaje, con algo tan simple y tan importante como contarles a los 190 alumnos cómo es que se había originado ese proyecto. El silencio respetuoso de los pibes era increible, intenso. Como el de todo aquel que es respetado, convocado, escuchado.
Descubrí una placa con el nombre de mi viejo junto al abanderado. Un pibe humilde, como la mayoría de los que van a la Técnica, con la esperanza de conseguir un laburo cuando salgan, y la convicción de que laburar es el mejor camino para conseguir lo que uno quiere. Y después, nos invitaron a ver un video con una entrevista que le hicieron en el 2007, cuando se cumplieron los 20 de la escuela.
Hoy volví a escuchar su voz. Y lo vi sonreir. Ya estaba peladito y flaco, pero con esa mirada profunda, segura y cálida. Con esa palabra justa. Y sentí que me abrazaba.

miércoles, 10 de marzo de 2010

aversinosentendemos

Leí algunas propuestas llamativas por estos días. Entre el "te doy la florcita en el día de la mujer, pero andá a lavar los platos" y la reivindicación del fracaso de l@s que no entendieron que destacar nuestra perspectiva de género no es querer igualarnos a los hombres sino ser respetadas en la misma medida que los varones siendo diferentes, cobrar la misma remuneración por igual tarea y compartir las tareas del hogar y la crianza de nuestros hijos con nuestros compañeros.

Aversinosentendemos, lo distinto no implica una determinada cualidad. Somos diferentes, ni mejores ni peores. Creer que para mejorar o ser exitosa una mujer debe igualarse a un varón es un planteo de machismo acérrimo porque asocia de manera automática el género masculino a ese "óptimo" al que supuestamente debemos acercarnos. Como vemos, las cuestiones de discurso, juegos de palabras llamémosle si quieren, son una cosa seria.

Aversinosentendemos, yo no quiero que me salgan pelos en el pecho. A mi me gustan los tacos altos y las carteras, me persigue la celulitis y lloro cada vez que veo "Secretaria Ejecutiva". Planeo construir una familia junto al hombre de mi vida y me encanta la gente inteligente que no solo en estos días llena el espacio, virtual y real de experiencias, reflexiones y proyectos, palabras y canciones.

Precisamente por eso, creo que es ésta una especial responsabilidad de las que afortunadamente no hemos sufrido discriminaciones, que hemos podido convertirnos en profesionales, trabajar y producir, ser reconocidas en lo que hacemos, valoradas por nuestros maridos, amigos, hijos y jefes. Porque recordemos, que aunque "a mi no me pasó nunca", a miles de mujeres sí les pasa. Son mayoría entre los pobres y los analfabetos del mundo, entre los que sufren acoso sexual en su lugar de trabajo, entre las víctimas de violencia familiar.

Entonces no nos hagamos las boludas.

martes, 2 de marzo de 2010

qué puedo hacer en esta tierra incendiada, sino cantar, dijo Fander


Qué puede hacerse por un país tan querido y desvastado como Chile, sino jugar con las palabras.
He aquí dos narraciones,un mismo episodio, contado en primera y tercera persona por dos fuera de serie. El primero, uno de los más alegres y ocurrentes. El pinochetismo no pudo con su ironía, sus ideas, y la sorpresa inagotable de cada página. El otro, de la tierra donde antes de ayer, un presidente que en su juventud se equivocó fiero con la violencia, reconoce su error, y hoy es un ejemplo de tolerancia y convivencia democrática.
Un continente paradójico, el nuestro.

"Más lejos, ya a punto de cruzar las fronteras que me alejarían por muchos años de mi patria, llegamos de noche a las últimas gargantas de las montañas. Vimos de pronto una luz encendida que era indicio cierto de habitación humana y, al acercarnos, hallamos unas desvencijadas construcciones, unos destartalados galpones al parecer vacíos. Entramos a uno de ellos y vimos, al claro de la lumbre, grandes troncos encendidos en el centro de la habitación, cuerpos de árboles gigantes que allí ardían de día y de noche y que dejaban escapar por las hendiduras del techo un humo que vagaba en medio de las tinieblas como un profundo velo azul. Vimos montones de quesos acumulados por quienes cuajaron a aquellas alturas. Cerca del fuego, agrupados como sacos, yacían algunos hombres. Distinguimos en el silencio las
cuerdas de una guitarra y las palabras de una canción que, naciendo de las brasas y de la oscuridad, nos traía la primera voz humana que habíamos topado en el camino. Era una canción de amor y de distancia, un lamento de amor y de nostalgia dirigido hacia la primavera lejana, hacia las ciudades de donde veníamos, hacia la infinita extensión de la vida. Ellos ignoraban quiénes éramos, ellos nada sabían del fugitivo, ellos no conocían mi poesía ni mi nombre. O lo conocían, nos conocían? El hecho real fue que junto a aquel fuego cantamos y comimos, y luego caminamos dentro de la oscuridad hacia unos cuartos elementales. A través de ellos pasaba una corriente termal, agua volcánica donde nos sumergimos, calor que se desprendía de
las cordilleras y nos acogió en su seno.
Chapoteamos gozosos, lavándonos, limpiándonos el peso de la inmensa cabalgata. Nos sentimos frescos, renacidos, bautizados, cuando al amanecer emprendimos los últimos kilómetros de jornada que me separarían de aquel eclipse de mi patria. Nos alejamos cantando sobre nuestras cabalgaduras, plenos de un aire nuevo, de un aliento que nos empujaba al gran camino del mundo que me estaba esperando.
Cuando quisimos dar (lo recuerdo vivamente) a los montañeses algunas monedas de recompensa por las canciones, por los alimentos, por las aguas termales, por el techo y los lechos, vale decir, por el inesperado amparo que nos salió al encuentro, ellos rechazaron nuestro ofrecimiento sin un ademán. Nos habían servido y nada más. Y en ese "nada más", en ese silencioso nada más había muchas cosas subentendidas,
tal vez el reconocimiento, tal vez los mismos sueños."

Pablo Neruda. Confieso que he vivido. 1975.


"En el diario El Imparcial se lee, a toda página: Se busca a Neruda por todo el país. Y debajo: Será premiado el personal de Investigaciones que dé con el paradero del prófugo. De escondrijo en escondrijo, anda el poeta por la noche de Chile. Neruda es uno de los pocos que están sufriendo persecución por ser rojos o por ser dignos o por ser, y no se queja de la suerte que ha elegido. El no lamenta la solidaridad que practica: disfruta y celebra esta pasión peleadora, aunque le traiga líos, como disfruta y celebra las campanas, el vino, el caldillo de congrio y las cometas volanderas de alas muy desplegadas."

Eduardo Galeano. Memoria del Fuego 3. El siglo del viento. 1968.

lunes, 15 de febrero de 2010

pasquini durán

La democracia no es un pacto de inmovilidad. Tampoco se la puede vivir como una siesta de verano en el campo. La libertad siempre es atrevida, bullanguera y, mejor todavía, tumultuosa.

Sin Vueltas, Página/12, 11 de abril de 1996

viernes, 12 de febrero de 2010

Una lecturita de viernes inteligente


Un excelente artículo de un colega amigo de unos amigos, quienes hacen Asuntos del Sur. Como para abrir un poco la ventana y saber qué pasa del otro lado del vidrio sin aire acondicionado. Porque un poquito más allá, detrás de la cordillera, habita ese país maravilloso y contradictorio.

viernes, 29 de enero de 2010

canto versos

Si pienso en algo para decir
si pienso en alguien por quíen vivir
si casi nada se tiene en pié
y este segundo ya se nos fué
si en la mirada dura un fulgór
atravesando tanto dolór
yo canto versos de mi sentir
y los condeno a sobrevivir.

Donde parece el sol no alumbrar
donde se muere de soledad
en lo más hondo de esta quietud
donde ocultó la sangre la luz
donde agoniza un ángel guardián
y se nos pudre el agua y el pan
yo canto versos del corazón
y los enciendo en una canción.

Canto, canto
tan débil soy que cantar es mi mano alzada
y fuerte canto, canto
que más hacer
en esta tierra incendiada sino cantar.

En lo invisible de una ciudad
donde se ocultan odio y verdad
donde las bocas de un nene gris
corren sonámbula tras de mí
la infortunada noche que un dios
arrepentido nos olvidó
yo canto versos de furia y fé
pa’ que me ayuden
a estar de pie.

Canto, canto
tan debíl soy que cantar es mi mano alzada
y fuerte canto, canto
que más hacer
en esta tierra incendiada sino cantar.

Canto, canto
tan débil soy que cantar es mi mano alzada
y fuerte canto, canto
que más hacer
con palabras deshabitadas sino cantar.

Jorge Fandermole

lunes, 25 de enero de 2010

barco quieto

La melancolía inicial de esta poesía de M. E. Walsh se corre luego, como un telón, para dejarme pensando qué hay detrás de la rutina, de los futuros inciertos, de los momentos duros. Es una canción que me hizo acordar a los instantes en que sale el sol luego de la tormenta, al abrazo después de la discusión, a la magia de la mesa reunida, al ritual de estar juntos. Parece que a veces hay que tener paciencia. Otras veces hay que sacarse los lentes negros, y dejar que los rayos de luz te peguen en la cara, para abrir los ojos.

Abajo, la interpretación maravillosa y emocionada de Teresa Parodi, el sábado pasado en Cosquín.

No te vayas te lo pido
De esta casa nuestra donde hemos vivido
Qué nostalgia te puede llevar
Si de la ventana no vemos el mar
Y afuera llora la ciudad tanta soledad

Todo pasa todo cansa
Y uno se arrepiente de estar en su casa
Y de pronto se asoma a un rincón
A mirar con lástima su corazón
Y afuera llora la ciudad tanta soledad

No te vayas, quédate
Que ya estamos de vuelta de todo
Y esta casa es nuestro modo de ser

Tantas charlas tanta vida
Tanto anochecer con olor a comida
Son una eternidad familiar
Que en un solo día no puede cambiar
Y afuera llora la ciudad tanta soledad

Estos muros estas puertas
No son de mentira son el alma nuestra
Barco quieto morada interior
Que viviendo hicimos igual que el amor
Y afuera llora la ciudad tanta soledad

No te vayas, quédate
Que ya estamos de vuelta de todo
Y esta casa es nuestro modo de ser


lunes, 18 de enero de 2010

notemetas


-Atención -repitió Ele-. ¿Sabes? Me doy cuenta de que nuestro gran defecto es no poner atención.
-No te distraigas, Ele. Sigue tu cuento.
-Es mi cuento. No le ponemos atención a los demás. No nos ponemos atención a nosotros mismos. Dejamos que las cosas pasen, sucedan, como el viento, a la vera de los otros, ¿a poco no?

De "Adán en Edén", Carlos Fuentes, 2009.