La democracia no es un pacto de inmovilidad. Tampoco se la puede vivir como una siesta de verano en el campo. La libertad siempre es atrevida, bullanguera y, mejor todavía, tumultuosa.
Un excelente artículo de un colega amigo de unos amigos, quienes hacen Asuntos del Sur. Como para abrir un poco la ventana y saber qué pasa del otro lado del vidrio sin aire acondicionado. Porque un poquito más allá, detrás de la cordillera, habita ese país maravilloso y contradictorio.